Posee un adecuado contenido en zumo de alta calidad con adecuados niveles de azúcares y ácidos totales. La pulpa es fundente, no dejando casi residuos al comer. La pérdida rápida de zumo tras su maduración impide mantenerla en el árbol más allá de finales de enero, aunque la corteza se mantenga en buenas condiciones. Dicha pérdida produciría la contracción de la pulpa y es la causa de su tendencia al bufado.